sábado, 19 de julio de 2008

Charcos















Para Alicia.


De pequeña, me encantaba meterme en los charcos con las botas de agua, cuanto más grande era el charco, mejor. Me situaba en el centro y quedaba embelesada mirando las ondas que dibujaba el agua alrededor de mis pies, mientras iban desplazándose cada vez más despacio hasta la orilla. Después, cuando el agua ya quedaba quieta, me concentraba en lo que veía reflejado en el charco; un cielo pintado de nubes con prisa y yo en medio, imaginándome flotar entre el cielo y el suelo, como una nubes más, o como una cometa, o una gaviota o cualquier otro pájaro pero en dirección contraria a ellas. Tiene que ser increíble poder volar libre como el viento.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Cielo, tu estas volando libre como el viento. Cuentanoslo tú.

besos enormes.

Isa Pe dijo...

Sí, ha de ser fantástico....

Anónimo dijo...

Muchisimas gracias, Pav.
Es precioso.
Un beso, nos vemos cualquier día de estos.
Volando entre el viento.

pav dijo...

Charlie: Más quisiera yo, Charlie, más quisiera.
Muchos besos y achuchones para ti.

Isa: Sí, tiene que serlo, aunque la idea de Ícaro a mí nunca me acabó de gustar.

Alicia: Empezó siendo un comentario para una de tus entradas y, como resultó ser demasiado largo, decidí publicarlo aquí. Por eso es para ti, todo tuyo.
Vuela, todo lo libre que puedas, guapísima.