miércoles, 5 de mayo de 2010

Hay que tener huevos

— ¿Cómo quieres que te prepare los huevos, cielo?
—Pues… escalfados. Con caldo de pollo, por favor.
—Muy bien. En unos minutos los tienes.
—Muchas gracias.
—Aquí los tienes, tesoro.
—Mmm... esto… es que… ¿podrían ser pasados por agua? Es que ya no me apetecen así.
—De acuerdo. No te preocupes, ahora mismo te los preparo pasados por agua.
—Gracias, encanto.
—Cariño, pasados por agua, ya están listos.
—Veras, es que… acabo de recordar que así me da repelús si me encuentro parte de la clara cruda ¿puedes prepararlos en tortilla?
—Pues claro, amor. Enseguida estará lista.
—Eres un cielo.
—Ya tienes tu tortilla. Muy hecha, como te gusta.
—Estaba pensando que hace mucho que no los como cocidos con un poquito de tomate frito ¡qué ricos! ¿te importaría prepararlos así?
—No me importa. Voy a prepararlos ahora mismo.
—Gracias, corazón.
— ¡Riquísimos huevos cocidos con tomate frito! Ya los tienes, pocholo mío.
— ¿Sabes? He pensado que casi mejor los comeré fritos, me apetece.
— ¡Marchando una de huevos fritos!
—Date prisa, que empiezo a tener hambre, cariño.
—Tus huevos. Fritos.
— Cielo, ¿no te importaría…?
— ¿Huevos estrellados? No… ¡claro que no me importa! Ahora mismo los tienes listos. Estos mismos servirán.
— ¡Qué haces!
— ¿No querías huevos estrellados? Pues así están estrellados…
— ¡Pero no en mi cabeza!

5 comentarios:

Selenne dijo...

Cielo santo! ya tuve paciencia la pobre!!! Yo se los hubiese estrellado cuatro frases antes!!!

Anónimo dijo...

Lo sigues haciendo muy bien, el relato es muy gracioso, jajaja

pav dijo...

Disculpa, Selenne, no había visto tu comentario.
Es cierto, hay gente con muchísima paciencia.

Muchas gracias, Anónimo. Seas quien seas te he hecho reir y eso es agradable.

Anónimo dijo...

Gracias a tí, por ponerlo, me alegraste la mañana Pav

Smith dijo...

Era algo irremediable :)
Hola Pav!1