sábado, 13 de diciembre de 2008

MUROS

Mi camino está situado entre dos muros de piedra, muros altos e infranqueables que cada vez se van estrechando más y más hasta el punto de resultar agobiantes. De vez en cuando aparece alguna puerta. Sé que son escapatorias por las que puedo salir y liberarme de él, pero también sé que esas puertas están hechas para pusilánimes e indolentes.
A veces pienso que debería tomar una de esas puertas. Sobre todo cuando me siento débil y estoy cansada o harta de ver siempre las mismas piedras. Pero lucho conmigo misma espantando mis temores y apatías, e intento evitar la tentación de utilizar una de esas salidas.
Otras veces camino con esperanza, mejor dicho, con la certeza de que al final, ese camino entre piedras se abrirá para dar paso a un paisaje abierto, lleno de luz y colorido, oxigenado con felicidad, y sobre todo, plagado de sabiduría.

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