
Siempre que se fuga se le ve caminando calle arriba, todo orgullos de la hazaña.
La abuela Lucía, que pasea con Luz, su cachorro caniche, lo ve venir a lo lejos, y como le conoce, intenta con trabajoso ahínco coger en brazos a su perrito al tiempo que azuza al can para que se aleje de su querido caniche.
Tiene muy malas pulgas este perro.
Tor es famoso en el barrio. Cada vez que se escapa hace alguna trastada, si es que se le puede llamar trastada a partir en dos de un bocado a un pequeño yorkshire.
No hace mucho, casi se desangra. Regresó a casa herido en una pata con una gran hemorragia. El viejo Matías, asustado, se lo llevó al veterinario en una carretilla de obra.
Los dos se salvaron.
2 comentarios:
No siempre cualquier pasado fue mejor.., me acuerdo. Y he vuelto a sorprenderme con lo del Yorkshire..una cosa bien hecha siempre queda bien hecha.
besos guapa..y gracias
Gracias a ti. Por muchas cosas.
Besos.
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